Re: Mágica Berbezit

**Conde D** Dom Dic 28, 2008 3:36 am

Suspire profundamente, aliviado de que se encontrara bien.
- No se preocupe Mademoiselle, creo que dejarse llevar en un momento asi es lo mejor... no hay de que arrepentirse, solo disfrutar, olvidandonos por un rato de lo que esta bien y lo que esta mal, solo preocuparnos por lo que nos hace sentir bien -
Murmuraba mientras ella se recargaba contra mi pecho y yo acariciaba su espalda con una mano y con la otra hacia lo mismo sobre su cabeza, jugando con algunos de sus rizos.

Ya mas calmada volvio a la butaca, dejando impregnado en mi camisa su dulce aroma, era irresistible, de seguro ahora esa fragancia me seguiria a donde fuera, podria decirse que ahora seria capaz de llevar a esa jovencita conmigo a donde sea.

- Seguira con la funcion maestra? -

Camille Dom Dic 28, 2008 4:08 am

-Humm...solo si usted lo desea Monsieur- Le miré fijamente, invitandole ahora yo a que se sentase de mi lado, guiñandole traviesamente un ojo con una mirada cómplice.

Las ventanas dejaban entrar de vez en vez algo de viento, ah, era fresco, se sentía tan bien , sobretodo por el olor a humedad que embriagaba a la casa, el olor a polvo. Y este, el mismo viento arrastraba la tierra que cubria parte de los muebles, y hacía que ciertas puertas medio cerradas quedaran abiertas, proporcionando mas luz a la estancia, puesto que las habitaciones tenian igualmente unas ventanas enormes, con las mismas desgastadas cortinas. Y se percibian vagamente las siluetas de los objetos en dichas habitaciones.

-¿No hace una noche hermosa?- Cerré los ojos por un momento, ladeando levemente la cabeza, respirando lentamente.

**Conde D** Dom Dic 28, 2008 5:21 am

- Oh no no, solo era una pregunta, se suponia que esta noche debia complacerla Mademoiselle, no al reves -

Tome asiento junto a ella, posee mis manos en su cintura y la levante, entonces me acomode placidamente en el centro de la negra butaca y luego sente a la jovencita en mi regazo. Ya teniendola encima respondi a su travieso gesto con un suave beso sobre su hombro.

- Si, es una noche muy hermosa, como pocas, debemos aprovecharla no cree ud? -

Acaricie sus brazos hasta colocar mis manos sobre las suyas, contemple la estancia, las cortinas danzando gracias al viento, un viento fresco que nos daba un respiro del asfixiante edor a polvo y a humedad, la luz entrando por los ventanales timidamente, contorneandos los objetos de las habitaciones, dejando adivinar la gloria que alguna vez este lugar habia tenido. Eramos dos fantasmas vagando en un monton de recuerdos, dos seres que no existian para el resto salvo el uno para el otro.

Deje de mirar el lugar como de tomar sus manos, las apoye sobre su vientre y la abrace contra mi mientras respiraba cerca de su cuello, embriagandome con su dulce aroma.

- Definitivamente una noche muy hermosa -

Camille Dom Dic 28, 2008 5:46 am

-Jajaja- Reí simplemente.

Sentí sus manos frías posandose primeramente sobre mi cintura, y después me sentó sobre el. Sonreí algo complacida. Sentía realmente agradable sus manos sobre mis brazos, después sobre mis manos. Tenía una piel realmente suave, y exquisitamente fría, pero no por eso desagradable.
Apenas mis labios se habían abierto para decir algo, sentí sus labios sobre mi hombro, y poco a poco perdí parte de mi educación.

-Realmente lo es, y la compañía aún lo es mas- Le miré, con los ojos brillando, divertidos e imaginandome, en los brazos de aquel joven toda la noche, ah, pero que cosas linda, la hermosura de la noche te ah afectado.

Y un discreto "Oh" se me escapó de los labios, al sentir que me acerca a sí mismo, posando las manos en mi vientre por sobre mi vestido.

-¿Como cree ud que sea la mejor forma de aprovecharla, Monsieur? - Susurré, tomando con una de mis manos su rostro, acariciandolo suavemente, para después acercarlo al mío y besar sus labios, para despues sonreir, y posar la mano que tenía libre sobre las suyas.

**Conde D** Dom Dic 28, 2008 6:10 am

Cuan avergonzado me sentia, apegado a las pasiones carnales como un desgraciado inmortal que busca aferrarse desesperadamente a algo tan solo para sentir que aun conserva una poca humanidad dentro de su ser. Pero mi realidad era distinta, era mi pecado, mi debilidad. Esta jovencita lucia increiblemente tentadora, podia ver con claridad la imagen de la niña alejandose hasta perderse de vista mientras que la mujer avanzaba segura de lo que queria, se acercaba hasta hacerme temblar... por lo nervios, por la excitación quizas, tal vez una extraña mezcla de ambas. No lo sabia, me desconcertaba, descubri que ella tenia una fascinante habilidad para poner de cabeza mi mundo en tan solo un instante, asi de fuertes eran mis deseos por ella, aun sintiendo el sabor de sus labios luego de aquel beso que me dejaba tan anhelante.

Rezaba con toda mi alma que esta noche no hiciera otra cosa más que comenzar, tambien que supiera entender mis ganas de posponer el retrato para otra ocasion, es que dificilmente seguia siendo dueño de mis actos.

Mis manos descendieron y lentamente recorrieron sus muslos, acariciandolos timidamente, aun por encima del vestido.

- No lo se, no lo se Mademoiselle, honestamente no me encuentro en una posicion en la cual pueda pensar apropiadamente -

Que traviesa habia resultado ser, provocarme con una pregunta asi teniendo una sonrisa tan picara en sus labios. Mi piel seguia tan fria como de costumbre pero no podia apartar de mi mente la idea que que la sentia arder bajo su mano.

Camille Dom Dic 28, 2008 6:39 am

-Vaya, pero seguro se nos ocurrirá algo ¿no lo cree? La noche recién empieza, y es bella, increiblemente bella...-

Seguí con la mirada el trayecto de sus manos, con una extraña y agradable sensación dentro de mi vientre, nervios quizá y más por la idea de que la noche podía terminar de diferentes formas, y anhelaba que terminase con Eros.
Y cerrando y dejando mi mente en blanco, tratando de sentir más el contacto de sus frías manos sobre mi vestido, ah, gracias a Dios que aquella tela era algo delgada, y me dejaban sentirlas perfectamente.

Volví a besar sus labios, pero me quedé literalmente pegada a estos, y seguí acariciando su suave rostro.

**Conde D** Dom Dic 28, 2008 10:07 pm

Quize contestarle, afirmar con enorme efusión que definitivamente encontrariamos la manera de aprovechar esta bendita noche, que se me ocurrian mil y una formas de terminar esta noche, en cada una pasandola bien a más no poder y en todas ambos acabariamos juntos. Pero no pude decirle nada de eso, sus labios se sellaron contra los mios para no despegarse nunca más, algo electrizante y sumamente delicioso.

Mis manos seguia recorriendo sus piernas a la vez que maldecia su vestido, si, la tela era extremadamente delgada, tanto que parecia que nada nos separaba pero ahi estaba y no me bastaba, queria sentirla a ella, su piel. Llegue hasta donde mis manos me lo permitieron y volvi a ascender, esta vez eludiendo al engañoso vestido, pasando por debajo de él, por fin sintiendola bajo mis dedos. Mientras subia apretaba suavemente sus tiernos y frios muslos, deslizandome hacia el interior de ellos y deseando que más arriba fueran más cálidos. Lo hacia con calma, sin prisa, disfrutando de cada segundo, torturarme al reprimir el anhelo de satisfacción inmediata, ella no podia ser parte de solo un arrebato de pasion, era una singular belleza que merecia ser amada con absoluta entrega y asi lo haria, le daria lo mejor de mi. Esta tetrica casa jamas volveria a traer espeluznante recuerdos, no, eso cambiaria a partir de hoy, luego de dejar una marca en su alma tras amarla con locura hasta el amanecer

Camille Dom Dic 28, 2008 10:51 pm

Mis deseos e ilusiones ivan aumentando, mi mente desconectandose de la realidad mientras masajeba sus labios con los mios, sus labios frios y delicioso, tan dulces, tan adictivos.
Sus manos me acariciaban, y las sentia calientes sobre mi piel, a pesar de ser heladas, deseando que recorriera más y más. Suprimia parte de mis impulsos, evitando parecer una niña desesperada por obtener aquel capricho, lo que desea.

Y mi pecho se movia lentamente , tratando de calmar mis nervios, las sensaciones que ahora me producía cada beso, el tacto de sus manos. Puse una mano sobre mi vientre, tratando de calmarme un poco.

**Conde D** Dom Dic 28, 2008 11:44 pm

Entre besos y caricias fui sucumbiendo a los más bajos instintos, olvidandome de todo lo que nos rodeaba, pensando solo en ella, en todo su hermoso ser, si es que aun podia pensar, es que la pasion hacia que poco a poco abandonara la razon. Ya no era ni un humano ni un vampiro, era un animal con una sola cosa en mente, hacerla mia.

Mi respiracion se agitaba, al igual que la suya, cuando nuestras bocas no se buscaban impacientes para devorarse podia oir unos cuantos suspiros por parte de ambos, acompasados, extasiados, provocados por el rito que se aceleraba ya sin control alguno.

Era preso de mis deseos, dudaba de que hubiera algo que pudiera deternos y si lo habia no me importaba, queria seguir besando sus sedosos labios hasta quedar sin aliento y recorrer hasta el mas intimo rincon de su cuerpo. Subi la falda del vestido hasta su cintura, dejando al descubierto un par de piernas que invitaban al pecado, dejandolas al descubierto para el deleite de mis ojos. Luego mis manos, inquietas y con ganas de hacer mas travesuras, tomaron la parte superior del vestido y lentamente lo bajaban para dejar al desnudo sus hombros y luego el resto de su anatomia.

Camille Lun Dic 29, 2008 12:25 am

Sentí como si el aire me estuviese presionando, como si este me insitara a pegarme mas a el, a su hermoso cuerpo, y yo no podía hacer nada, nada que no quisiera, pero queria estar con él, mas cerca si se podía.
Y sin dejar de besarlo me levanté con ciudado de donde estaba, para después volver a sentarme sobre el, pero de frente, por parte para que me dejase verlo en breves momentos a los ojos, pidiendo más. Y lo tenía entonces entre mis piernas, y yo sonreí.

Pero no iva a dejarme del todo, el también sentiría mis caricias, mis deseeos de poseerlo. Mis manos empezaron a acariciarlo por encima de su camisa, acariciando su cuello, su rostro...Y bajaron, desabrocharon con cuidado los dos primeros botones de su camisa, permitiendome acariciarlo en la poca piel que se exponía.

**Conde D** Lun Dic 29, 2008 1:48 am

Sorprendido quede al ver la indiferencia con la que actuaba luego dequedar expuesta delante mio y que además se atreviera a pegarse aun mas contra mi con semejante descaro, insospechado pero tan cautivante como lo era todo en ella, con ese sutil toque que ya era su firma. Esa adorable malicia que residia en los pequeños a quienes les gustaba disfrutar a costa de los demás, como ella lo hacia ahora, pegandose, torturandome con ligeros roces entre nuestros cuerpos, movimientos que bastaban para aumentar las espectativas pero que no eran suficientes para calmar el ferviente deseo.

Y de pronto se levanto, con una maestria envidiable, sin que nuestros labios se separaran, dejando bastante turbado, que pretendia?. Lo supe cuando la senti caer sobre mi con una picara sonrisa en su rostro festejando su truco, teniendome atrapado entre sus piernas mientras la observaba con ojos suplicantes pidiendo un poco de piedad a mi bella amante, quien parecia haber decidido tomar el control por el momento, los roles se invertian y no sabia que podia esperar al ser sometido por ella. Era la primera vez que la incertidumbre se volvia deliciosa.

Supuse que era mi turno de dejarme hacer sin chistar, la deje explorar con sus heladas y suaves manos mientras mi mirada se clavaba sobre la suya, en ese intenso fuego que habia en ellos, en el gran abanico de colores que ofrecia con las pocas luces que alumbraban la estancia.

Camille Lun Dic 29, 2008 3:15 am

Y tenía a aquel hermoso artista por un instante a mi merced, y lo hacía como quisiese.
Rozaba levemente mis muslos con la parte de su torso que alcanzaba, sin dejar de acariciar su suave y fria piel, su pecho, y mis manos con ganas de más bajaron y bajaron, desabrichando cada uno de los botones restantes de su blanca camisa, dejando al descubierto casi por completo su pecho.

Mis brazos se enredaron entorno a su cuello y le mordí los labios suavemente.
El viento se coló de nuevo por entre las ventanas y por entre las cortinas, inundando aquella estancia de un aire puro de nuevo, acariciendo mi espalda, haciendo que un leve escalofrío la recorriera.

Me gustaba tener el control en ciertas ocasiones, me gustaba ser la que daba, pero me gustaba mas recibir.

**Conde D** Lun Dic 29, 2008 4:31 am

Hipnotizadas mis manos fueron atraidas una vez más a ambos lados de su pequeña cinturita, tentatadas a darle otro ritmo a los freneticos roces entre ambos, a esos movimientos tan inocentes a simple vista pero que de a poco se tornaban en juego perverso destinado a tentar nuestra resistencia.

El juego me absorbia mientras la observaba completamente embelesado, no sabia que hacer con ella, la recorria de pies a cabeza con la mirada y no sabia por donde comenzar. Mi bella musa ... a la que por un capricho lleve al papel y a la que ahora,por otro capricho, queria llevar al dormitorio sea como sea, a revolcarnos entre las sabanas con una pasion desmedida, aprovechando cada instante a su lado. Es que sabia que llegaria el dia en el que su retrato seria admirado por miles en una prestigiosa galeria de arte, y que a pesar de estar en un papel, ella seria la fantasia tanto de hombres como mujeres. Muchos soñarian con ella, dandole vida a sus curvas mientras seguramente se preguntaran el nombre de aquel angel, en cambio yo no tendria que hacerlo, no tendria que imaginar. Sonreiria orgulloso pero callaria, guardaria para siempre, como mi mas atesorado secreto, la noche en la que nos amamos con frenesi, aquellos momentos en los que tuve el placer de contornear su figura no con carbonilla sino con mis propias manos, cuando mi hermosa modelo se habia vuelto real, tangible e inolvidable para mi.

Y la fria brisa noctura hizo su aparicion, nuevos aires, un respiro para ambos aunque estuvieramos anhelando matarnos con todo nuestro corazon, matarnos a besos, devorarnos por completo, clavando los dientes en la carne cada vez que podiamos sin temor al dolor o a sangrar, como ella hacia con mi labio. Lo mordia con fuerza y hasta parecia haberse adueñado de él, y no le faltaba mucho para hacer lo mismo con mi cuerpo como yo lo haria con el suyo. La blanca camisa que apenas cubria mi torso cayo, volando unos metros antes de tocar el suelo, mis brazos la rodearon y mis manos subian y bajaban por su espalda sin descanso, hundi el rostro en su pecho y lo mordi suavemente, una extraña advertencia de lo que estaba por venir. Abandone la comodidad de la butaca, me puse en pie con ella en brazos, tomandola con firmeza, su cadera contra la mia y sus piernas pasando por los costados de mi cintura. La sente sobre el piano con todo el cuidado que las ganas de poseerla me lo permitieron, pero el cuidado fui innecesario, no duramos mucho en esa posición, despacio fui echandome sobre ella, recostandola sobre el instrumento al tiempo que devoraba su cuello con un apetito voraz y tan solo conteniendome en cuanto a las ganas de abrirle la garganta con el filo de mis colmillos.

Camille Lun Dic 29, 2008 6:14 am

Me separé por un momento de sus labios, para poder tomar oxigeno, que era lo que parecía que la habitación se tragase a grandes bocanadas; respirando aceleradamente, al mismo ritmo que latía mi corazón desenfrenado.

Me sorprendí al sentir que me tomaba entre sus brazos, que me sentaba primero sobre el hermoso y negro piano. Lo tenía frente a mí, parado, no soltaba los brazos de su bendito cuello, el cual me parecía increíblemente tentador y por lo cual mis ojos se esforzaban y bailoteaban, viendo el palpitar de sus venas, escuchando el latido de su corazón.
Y fue poco el tiempo que me mantuve sentada, pero entonces, desesperada rompi mi vestido, de todas formas estorbaba, y me fue fácil gracias a la delgada y delicada tela negra.
Quedé recostada en el piano, no era muy cómodo la verdad, pero poco me importaba eso. Importaba poco donde estuviera, además ya no estaba muy conectada a la realidad que digamos, simplemente me dedicaba a acariciar sus labios con los míos.
Rodeé con mis piernas su cadera, posesivamente, y el artista dejó mis labios para hacerse con mi cuello, haciendo que de mis labios entre abiertos salieran unos casi inaudibles jadeos debido al ritmo de mi respiración.

**Conde D** Miér Dic 31, 2008 10:10 pm

La gran excitación que albergaba dentro del cuerpo hacia que me turbara por momentos, se estaba dando a lugar una mezcla volatil de pasiones, estaba seguro de que la queria, de que deseaba poseerla, a esta altura tenia que ser mia o de lo contrario terminaria enloqueciendo, pero ya no sabia de que forma debia poseerla.

Los residuales instintos como humano se debatian contra mi imponente naturaleza como vampiro. Con mis pupilas dilatadas mis ojos iban de un lado a otro admirando cada parte de su cuerpo mientras que a mis oidos llegaba el exquisito palpitar de su corazon, practicamente podia oler el aroma de su sangre saliendo por cada poro de su tersa piel, haciendo que se me hiciera agua la boca. La tentación me incitaba de una manera tan sensua, que no supe como negarme a la idea de enterrarle los colmillos en su delicado cuello.

Lentamente me acercaba a su cuello, abriendo poco a poco la boca, dejando entre ver mis colmillos, ansiosos, amenazantes cuando anonadado fui testigo de un violento ataque de desesperación, el bello angel rasgo su vestido hasta destrozarlo y las tiras de tela negra volaron por los aires exhibiendo asi su cuerpo de una manera tan arrebatadora que solo pude exclamar asombrado.

Al verla las dudas poblaron mi mente, era dueña de un atractivo incomparable, capaz de despertar la lujuria en cualquier hombre y hacer que el corazon le latiera desbocado como lo hacia el mio en estos momentos, pero lucia tan fragil que a pesar de las ganas de abalanzarme sobre temia que se quebrara entre mis manos. Aun asi me arriesgue, habiamos llegado demasiado lejos como para conformarme con unas cuantas caricias. La mire a los ojos, buscando su aprobacion, buscando la señal de que todo esto no era un sueño, tome su rostro entre mis manos para cubrirlo de besos, su frente, sus mejillas, hasta la punta de su nariz y porsupuesto sus dulces labios, toda ella era una delicia.

Camille Vie Ene 02, 2009 4:20 am

El deseo me estaba consumiendo, pero no me dejaría llevar simplemente por la pasión. El romanticismo era algo en lo que yo generalmente tomaba parte, puesto que me gustaba que me amaran de la forma mas dulce y hermosa posible y por correspondencia yo hacia lo mismo.

Pero este joven artista había hecho que lo desease de otra manera mas, lo quería poseer, quería que el me poseyere, como nadie. Es que aparte de tener un rostro precioso y un tanto infantil podía sentir, casi saber que tenia una personalidad igualmente brillante . Y me permitía saber ciertas cosas gracias a una extraña habilidad que poseía.

Senti los labios de mi amante de nuevo y mientras le besaba ocultaba mi sonrisa. Con uso de grn parte de mi fuerza me arquee , apoyando todo el peso de mi cuerpo sobre un solo brazo, para después tomar una de sus suaves y frias manos, posándola sobre mi pecho, sobre mi corazón, para que sintiese su desenfrenado latir.

**Conde D** Vie Ene 02, 2009 5:16 am

Le habia dado la libertad de hacer conmigo lo que le plazca, pero aun asi me ruborice cuando coloco mi mano sobre su pecho, el cual permanecia tan frio como mis manos a pesar de estar agitado, subiendo y bajando, meciendo deliciosamente sus atributos a un ritmo hipnotizante.

Pude sentir su corazon, latiendo vigoroso, luchando por hacerse notar, a punto de salirsele del pecho por la violencia con la que latia. Como un tonto, en un vano intento por sentirlo mejor, busque envolverlo con mi mano, estaba seguro de que a pesar de ser tan salvaje cabria dentro de mi puño sin problemas, pero solo aprete su pecho unas cuantas veces mientras era cautivado por la fuerte tonada. Un tambor que nunca callaba y que ahora más que nunca hablaba con una claridad dificil de ignorar, delatandola a ella y a sus sentimientos. Pero no habia razon para avergonzarse, no era necesario prestar atención a la melodia de su corazon para saber lo que pretendiamos, bastaba solo un fugaz cruce de miradas para saber que era una noche de excepciones, en la que todo estaba permitido, no habria reglas siempre y cuando lo dieramos todo el uno por el otro.

Fue este pensamiento y el estar precisamente con ella lo que no solo traia innumerables fantasias sino que inconcientemente invocaba mi pequeño don, la habilidad de crear ilusiones, transportandonos a un interminable campo de rosas rojas donde podriamos revolcarnos y ser acariciados por los suaves petalos mientras que en un cielo del todo despejado una radiante luna llena se hallaba como testigo de nuestro amor.

La curiosidad me invadio de pronto, ya habia sentido el latir de su corazon, pero me preguntaba a que sabria este, saque mi mano de su pecho y me lo lleve a la boca, atrapandolo entre mis labios, sintiendo el palpitar golpeando dulcemente contra mi rostro y hasta atreviendome a creer que habia cierta calidez, una acojedora y tierna calidez. Que suerte la mia, cuando agradecido estaba, que una mujer como ella, tan completa a simple vista, se cruzara en mi camino y ademas se volviera mi bella amante para espantar la cruel soledad que puede traer consigo la eternidad.

Camille Miér Feb 04, 2009 3:52 am

El contacto de su piel era tibia, no como minutos atras, que habia estado deliciosamente fría, tal vez era solo yo, o el simple hecho de alguien como el me acariciase con ternura, con amor. Extrañaba eso, extrañaba ser y significar algo para alguien. Y cabe de más decir que yo también era muy afortunada al haber conocido a un ser como él. Esta noche prometía muchas cosas, me prometía amor y pasión, me prometía una historia divina, me prometñia el calor que tanto añoraba.

Con uno de mis brazos estreché a Eros aún mas contra mí, y con el otro, con mi mando, empeze a acariciar su oscuro cabello con ternura, pasando mis dedos entre sus cabellos, y apollaba mis pies en el piano. Los largos rizos caian por el lustroso instrumento, haciendo que resplandecieran con un color cobrizo a la luz de la Luna que entraba por el amplio ventanal no muy lejos de donde nos encontrabamos.

Afuera los arboles se movían con calma, arrastrando la shijas que estaban sueltas, haciendo qe estas rasparan el pavimento de la calle con un casi inaudible ruido, pero que en este momento me parecía encantador, lleno de cariño.

Contenido patrocinado