Museo <Comienza la busqueda>

Habia recorrido gran parte de las antiguas casonas de londres, pero ninguna tenia el encanto que ella buscaba. Salio de la vieja casa sin muchas espectativas mientras miraba el mapa de la ciudad que tenia en sus manos.
-la ultima del dia de hoy- se dijo al ver el sector marcado con lapiz rojo -esta a algunas cuadras de aqui- señalo mientras guardaba el rollo de papel en una improvisada cartera , era la cuarta casa que visitaba en ese dia y ya habia olvidado cuantas en la ultima semana.
Siguio caminando perdida en sus propios pensamientos sin siquiera mirar a su alrededor, ultimamente pocas cosas llamaban su atencion y eso se habia transformado en un problema... se sentia sin ninguna inspiracion.

Sin darse cuanta habia llegado a su destino, la casona ante sus ojos era una vieja edificacion de estilo gotico, no era del todo grande, pero la fachada le agrado, eso era una buena señal.

Entro sin prisa deteniendo la vista en todos los pequeños detalles
-esta algo arruinada- se dijo en voz baja -pero nada que no pueda ser restaurado-
-¿necesita algo?- escucho la voz de una joven
-nada, por ahora... solo quiero contemplar el lugar- contesto sin mirar a su interlocutora, ya que cierto dibujo en el techo habia llamado su atencion
-el infierno- la voz de la mujer la saco de sus pensamiento
-¿que me dijo?-
-la pintura... el autor de ella la titulo 'el infierno'-
-me gusta- solo pudo contestar mientras veia unas imagenes borrosas de vampiros y licantropos luchando, matandose unos a otros en algo que asemejaba una danza siniestra -me encantaria darle vida de nuevo-
-si necesita algo solo llameme- dijo amablemente mientras se retiraba
-realmente me gusta- una sonrisa se plasmo en su rostro mientras veia a los protagonistas de 'el infierno'

Me pareció curiosa esa chica que miraba embobada el techo.
Esa obra era de un artista que solía exponer en la galería, la única obra que había hecho en Inglaterra por encargo. A mi jefe no le gustaba mucho pero yo insistía en ello. Tenían algo especial sus pinturas. Realmente nunca conseguían entusiasmar a nadie, excepto a mí, y le daba ánimos como podía. Y entonces, ahí estaba, otra persona interesada en él. Podía ver como observaba el techo, parecía satisfecha. En realidad no era tan antigua como para necesitar restauradora, pero esa pintura tuvo muy poco presupuesto, así que no le iría mal que le echasen un vistazo.
Saqué un poco la cabeza para ver quién sería mi potencial restauradora. Parecía interesante e inteligente. Al menos, sabía apreciar las cosas bellas y las terroríficas. "Creo que puedo llevarme bien con ella. Compartimos gustos, o eso me parece".
Me acerqué un poco, sin sacarla de su mundo. Tal vez debí hacerlo, porque se asustó con mi presencia cuando le dije:
- ¿Le gusta?

Estaba medio perdida viendo la pintura, los detalles denotaban que no era antigua, pero aun así estaba algo deteriorada. Los detalles en los rostros de los protagonistas era fascinante… una perfecta mezcla de horror y sensualidad.
Aun que uno de ellos llamo mas mi atención, era un vampiro de piel extremadamente pálida y de unos expresivos ojos negros… sino estuviese segura que era una pintura hubiese jurado que realmente esta ahí, sentía que me perdía en los ojos de aquel ser sobrenatural cuando algo hizo que me sobresaltara, una voz a mis espaldas
-¿le gusta?- me dijo una chica mirándome con curiosidad, su rostro era agradable y al parecer llevaba un tiempo mirándome
- me sentí atrapada- le conteste girando el rostro para mirar al vampiro plasmado en la cúpula –Shelly- le dije estirando mi mano a modo de presentación -¿con quien tengo el gusto?- una media sonrisa se plasmo en mi rostro, podía sentir que ella también se sentia atrapada por aquel sujeto.
Creo que ambas teniamos una fascinación por lo sobrenatural.

- Zelman Claudel- dije estrechandole la mano- El pintor es un artista francés de nuestra galería y un buen amigo.
No era necesaria dar tanta información en los negocios, pero era un defecto mío. Siempre daba demasiada información. En resumen: hablaba demasiado. Me pareció una persona sensata. Tan calmada y a la vez motivada al ver la pintura. No es que tuviera algo especial pero sí un sexto senido para darme cuenta de cuando a alguien le gustaba un objeto. Esas pupilas que se abrían demasiado, esa mirada, ese gesto de no querer perderse un detalle... Era evidente. Le había fascinado, como a mí cuando lo ví, ese techo. Por lo que había visto, le gustaba el personaje que representaba un vampiro. Aunque fuera fruto de un sueño o pesadilla de mi amigo, reconocía que era un gran trabajo. Había plasmado una persona increíblemente veraz en ese techo, excepto por los colmillos. Eso le daba un aspecto especial y a la vez fascinante. Y me di cuenta que a ella también le fascinaba cualquier cosa que se saliera de lo normal.
- Y cuál es su nombre? Si no le molesta decirmelo -sonreí con pircardía. Sabía que iba a entender mi broma.

- shelly seitz- conteste respondiendo su picara sonrisa, en un aire de complicidad, era como si nos conocieramos de antes o como si esa pintura nos hubiese unido de algun modo.
- es un gran pintor- le dije sin quitar la sonrisa del rostro, me sentia algo tonta al hacerlo, pero inevitablemente me sentia feliz.... aunque no tenia ni idea porque, definitivamente necesitaba algo de vodka.
-cuantame de ella- continue, y note algo de perturbacion en su mirada -sobre la pintura- aclare y ambas reinos ante la situacion.
definitivamente zelman me habia dado una confianza que no esperaba.

Me gustó que alabase a mi "pequeño descubrimiento" llamándole gran pintor. De algún modo también me fascinaba esa pintura. Era su mundo, su imaginación completamente libres. No es que fuera difícil ver un artista imaginativo pero esta pintura en concreto irradiaba una credibilidad y un extraño bienestar que no tenían nada que ver con lo que, en principio, debería percibirse.
- Bueno, no puedo contar mucho ya que el propio artista eligió que cada uno viese lo que quisiera. Dedicó muchas horas, siempre de noche aunque todavía no sé el motivo de su preferencia. Según él, cada uno debía dejarse llevar por las sensaciones que tuviera al verla y los pensamientos que le viniesen en mente.
Me quedé algo absorta viendo el dibujo. Realmente dejaba que cada uno imaginase.
- En realidad tiene un título terrorífico pero le puso mucho empeño y esfuerzo en hacerlo. Casi diría que amor. Algo debe haber que nadie sabe, sólo su pintor, en este techo que fascina y a la vez hace estremecer.