De vuelta tras un largo tiempo...

Ahh...La humanidad, cuan enigmática y compleja era, a la vez que simple y austera...
La gente pasaba frente a mis ojos sin prestarme la menor atención, pero no tenia importancia...yo lo prefería así, hermosura simple e inadvertida, que se ocultaba detrás de cada simple acto vivo...
Sin poder resistirme, nuevamente me rendí al Visio que me había arrastrado ya por años...mi percepción anti natural de las personas que me rodean...abrí mi mente y mis sentidos me permitieron saber que sucedía con cada insignificante criatura que se cruzara en mi camino...oh era adictivo...simplemente enriquecedor...creo haber estado por horas así...no se, cuando una es tan vieja suele perder constantemente la noción del tiempo...
Pero tenía que apresurarme, hace muchísimo que no venía por acá y era hora de conocer gente nueva, es verdad que a muchos he conocido yo durante mi vida, pero soy tan fugaz para ellos, que suelen olvidarme antes de que ocurra un nuevo encuentro entre nosotros, baje con delicadeza del árbol en el que estaba...tanto que parecí flotar por segundos...y lentamente me dirigí a la puerta de aquel hermoso teatro...en cierto modo lo había extrañado mucho...una persona choco conmigo, y se disculpo de tal forma que me hizo pensar que había tenido la impresión de poder romperme con un simple empujón...un fastidio, detestaba siempre mi aspecto tan frágil, que ocasionaba en otros que quisieran protegerme, pocos se enteraban alguna vez que yo no necesitaba ninguna clase de protección...o no...No la necesitaba para nada

Kerin fijó su mirada en aquel hermoso edificio, hacia mucho que no poseia del tiempo necesario para ir al teatro...
-Antes me gustaba tanto...-pensó en voz alta con añoranza mientras posava la mano sobre el tatuaje de su brazo y pensaba que sería mejor ocultarlo.

Fijó la vista en una chica que mirava también el teatro y que no parecia muy feliz, así que decidó acercarse.
-Buenas noches...señorita.- La miró con una dulce sonrisa que dejava mostrar sus blancos colmillos en contraste con el rojo de sus ojos aquella noche.-¿Es usted de por aquí?...